martes, 13 de agosto de 2013

La playa de los ahogados, Domingo Villar

Cuando David, en su blog Cruce de Caminos, planteó el reto del mes de las No-Novedades para agosto tuve claro que uno de los libros que por fin saldrían de mi estantería sería La playa de los ahogados, de Domingo Villar. Una novela que compré tras leer muy buenas críticas pero que fue quedando relegada por otras. Un destierro inmerecido e injusto que ya está subsanado ya que desde ahora ocupa un sitio relevante en la estantería de mis preferidas, de las que hay que releer.


Domingo Villar




Domingo Villar, gallego emigrado a Madrid, ha ejercido como guionista de cine y televisión. Ligado desde niño al mundo del vino, desde hace años es crítico gastronómico en una emisora de radio nacional y colaborador habitual en diversas publicaciones escritas. Obtuvo con su primera novela Ojos de agua, el I Premio Sintagma, el Premio Brigada 21 y el Premio Frei Martín Sarmiento, y fue finalista en dos categorías de los Crime Thiller Awards en Reino Unido. Hasta la fecha ha sido traducido a seis idiomas .




Mi lectura:

Muchas de las novelas policíacas que se publican últimamente basan su campaña de marketing en la palabra trepidante (según la RAE: Rápido, agitado, intenso.). Son historias por las que el autor nos lleva a leer sin detenimiento, en las que estamos más pendientes de las páginas que nos quedan para averiguar el desenlace que de disfrutar de la lectura. Y el problema es que muchas de ellas ni siquiera lo consiguen.
La playa de los ahogados es justo lo contrario. Es una novela lenta y sosegada, con la que disfrutar de la lectura, escrita con una prosa limpia y sencilla, pero es tan buena que consigue que no se pierda ni una pizca del interés por el caso que el inspector Leo Caldas tiene entre manos.

Como digo La playa de los ahogados es una novela policíaca de ritmo pausado en la que, si bien estás deseando descubrir el desenlace y no puedes parar de leer, por otro lado no quieres que termine para seguir disfrutando del paisaje de las Rías Baixas, de sus gentes y de Leo Caldas.
Y es que si bien es cierto que se trata de una gran novela policíaca con todos sus ingredientes, bien escrita, con un caso interesante y complicado, bien planteado y resuelto, con un inspector taciturno y un compañero que supone el perfecto contrapunto,... también lo es que el paisaje y el paisanaje en la que se desarrolla tienen una gran importancia.
Un paisaje alterado por la desmedida construcción de segundas viviendas en un "desarrollo" criticado por el autor.

Nos trasladamos a las Rías Baixas, en otoño, después de que todos los veraneantes se hayan ido y sólo quedan las gentes del lugar. En una de sus maravillosas playas aparece el cadáver de un marinero y, aunque parece haberse suicidado, pronto los indicios apuntan a un asesinato. Será tarea del inspector de policía Leo Caldas ir tirando del enmarañado hilo para lo que cuenta con la ayuda del subinspector Estévez. Y no será fácil pues aparecen relaciones con sucesos ocurridos años atrás y el carácter gallego, reservado, supersticioso y discreto, no hará fáciles las pesquisas en busca de información.
Un carácter que queda retratado en numerosas ocasiones que, además, aportan una pincelada de humor al relato:

"-¿Sabe que Castelo salió al mar el domingo por la mañana?
- Eso dicen.
-Pero los domingos no hay lonja, ¿verdad?
- No.
-¿Y suelen pescar también los domingos?
-No -respondió Arias sin detenerse a pensar ni un instante-. Solemos descansar.
-Sin embargo alguien vio a Castelo en su barco antes del alba.
Se encogió de hombros.
-Si lo vieron será porque es verdad.
-¿Y no le parece raro?
-Habitual no es -concedió.
-¿Y por qué cree que saldría al mar justamente este domingo?
-Habría que preguntárselo a él."

Y al que el subinspector Estévez, de origen aragonés, no termina de acostumbrarse:

"-¿Había algo en ese barco que le ayudase a distinguirlo de otros?
-¿A qué se refiere?
-No lo sé, dígamelo usted: ¿qué le llevó a creer que aquél era el barco en cuestión?
-¿Usted no lo cree?
-Yo soy el policía que pregunta.
-Eso sí -concedió.
-¿Entonces? -insistió Estévez.
-¿Entonces qué?
-Que me diga qué cojones le llevó a pensar que el barco que vio era el del tal Sousa.
-¿No le estoy diciendo que lo vi?
Otro resoplido.
-¿Y no le parece extraño encontrarse navegando un barco hundido años atrás?
-¿A usted no le parecería extraño?
-A mí mucho -dijo Estévez, más concentrado ya en resistirse a la voz interior que le incitaba a levantar por las solapas al marinero que en sacar algo en limpio de la conversación-."


El protagonista: Inspector Leo Caldas
Domingo Villar construye y nos presenta a un personaje muy atractivo: el inspector de policía Leo Caldas. Un gallego de pocas palabras, reflexivo, de costumbres, huérfano de madre y con un padre que también tiene un lugar destacado en la narración. Un personaje muy bien perfilado a quien enseguida se le toma aprecio.

"Tampoco se había conmovido la tarde anterior en la sala de autopsias, cuando Guzmán Barrio descorrió la funda que envolvía el cuerpo desnudo de Justo Castelo; sin embargo, la sonrisa en el rostro cansado de su madre le obligó a tragar saliva. A Leo Caldas no le dolían los muertos, le dolían los vivos."

Su padre ya debería estar jubilado pero su amor por su viñedo se lo impide. Un viñedo que produce un vino blanco, de la tierra gallega, que está presente en la novela así como los frutos de ese mar tan duro y que tantas vidas se cobra a cambio.
Todo un personaje este hombre que tiene un cuaderno de idiotas en continua actualización.


En resumen, una de las mejores novelas negras que he leído últimamente cuya lectura recomiendo y cuyas primeras páginas podéis leer en este enlace.


Ficha técnica:

Ediciones Siruela. Colección Nuevos Tiempos. 143
Rústica con solapas
448 páginas
ISBN: 9788498411294
Precio: 19,90 €
Epub: 9,99 €




xxxxx Buena lectura

5 comentarios:

  1. Ups, yo también lo tengo en un destierro involuntario... Y ya veo que inmerecido. En verdad no recuerdo ahora mismo haber visto criticas negativas de este libro.

    Tendré que ponerme las pilas. Saludos!

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  2. Lleva tiempo este libro entre mis pendientes. Veo que tengo que adelantarle puestos, que me has dejado con ganas.
    Besotes!!!

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  3. Me encantó la novela y la manera de narrar del autor. Me haces recordar que tengo pendiente volver a leer algo suyo.

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  4. No sé si has leído Ojos de agua, pero también es genial.
    Una lástima que la tercera entrega estuviera anunciada para principios de año y ahora no esté anunciado para ningún mes.

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  5. Completamente de acuerdo. Lo he descubierto este verano gracias a una reseña periodística y me han encantado sus dos novelas. Absolutamente recomendable.

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