jueves, 9 de mayo de 2013

Nadie es más que nadie, Miguel Ángel Revilla




Miguel Ángel Revilla

Nació en Polaciones (Cantabria), en 1943, origen humilde y rural del que hace gala.
Es licenciado en Ciencias Económicas y diplomado en Banca y Bolsa por la Universidad del País Vasco y fue director de banco y profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Cantabria. Pionero en la defensa de la transformación de la provincia de Santander en Comunidad Autónoma, en 1978 fundó el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), del que es secretario general. Diputado regional desde 1983, entre 1995 y 2003 ejerció como vicepresidente y consejero de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria y entre 2003 y 2011 fue presidente de la Comunidad Autónoma. Está casado y tiene tres hijas.


Nadie es más que nadie




Sinopsis:

El muchacho listucu que en los años cincuenta pastoreaba ovejas en las laderas de Peña Labra se convertiría en 2003 en presidente de Cantabria. Esta es su historia. Y nos la cuenta con ese estilo único que lo ha hecho popular y querido, con sentido del humor y naturalidad.

Miguel Ángel Revilla nos dibuja una España de penuria y esfuerzo que ya no existe. Y relata con viveza cómo, con tesón, animado por el amor a la tierra que lo vio nacer, consiguió alcanzar las más altas responsabilidades. La semblanza que traza en estas páginas de personalidades como el rey Juan Carlos, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero o Emilio Botín huye de lo convencional y nos descubre la cara más humana y terrenal del poder. Pero Revilla describe también, de forma hilarante a veces, sus relaciones con los taxistas, sus «meteduras de pata» en la boda del Príncipe Felipe, su colaboración con Andreu Buenafuente…

Cuando aborda los temas que más preocupan, no se muerde la lengua: fustiga con dureza a los «listos» que han provocado la crisis económica y denuncia con crudeza y sin reservas a quienes han enfangado una actividad tan noble y vocacional como la política.

Pocos dirigentes, y menos aún en activo, se han atrevido a un ejercicio de sinceridad como el que recorre estas páginas. Pocos son los que tienen la chispa y la habilidad narradora de Miguel Ángel Revilla.


Mi lectura:

¿Quién no conoce a Miguel Ángel Revilla? Según una encuesta del CIS, en 2010 era el presidente autonómico mejor valorado en su comunidad.
Acepta Miguel Ángel Revilla la oferta de Ana Rosa Semprún, directora general de Espasa, de recoger sus vivencias y anécdotas en un libro pero lo hace ahora, tras dejar la presidencia de Cantabria, y el resultado es Nadie es más que nadie, escrito con "el propósito (de) [...] quitar boato y oropel a personas que gozan de poder y de teórico prestigio y popularidad".

Lo primero que aclara Miguel Ángel Revilla es que "Aquí no ha habido ningún "negro" que me haya escrito una sola línea". Está bien la aclaración pues es lo que se piensa cuando algún personaje popular escribe un libro pero es totalmente innecesaria ya que queda claro desde la primera línea que lo ha escrito él. Todo el libro tiene su inconfundible sello, un estilo sencillo y campechano.

El libro está dividido en capítulos muy cortos en los que el autor ha hecho un esfuerzo de síntesis (ya conocemos su verborrea) haciéndose la lectura ágil y entretenida. Estos capítulos se podrían agrupar en dos partes bien diferenciadas. Por un lado nos cuenta anécdotas de su vida personal y política desde la infancia hasta la actualidad y, por otro, hace un análisis de la situación actual. No se trata, pues, de sus memorias.

En esa primera parte dedicada a recoger sus vivencias hace un recorrido desde su niñez, allá en un pequeño pueblo de la montaña cántabra, hasta el momento presente. En estos capítulos nos relata anécdotas ya conocidas como sus llegadas en taxi a La Moncloa o al Palacio Real y otras que no lo son tanto, anécdotas que son propias y otras que comparte con las personalidades del momento con las que tuvo relación desde José María Aznar hasta el Rey pasando por David Bustamante o Emilio Botín.
En ellas algunos salen bien parados como es el caso José Luis Rodríguez Zapatero al que define como "una persona honrada" o el rey "un tipo campechano, muy intuitivo, con gran sentido del humor y gran capacidad para radiografiar al que tiene enfrente" y, por supuesto, su amigo Emilio Botín al que retrata como un hombre sencillo con gran apego a su tierra y del que destaca su labor filantrópica.
Pero otros no tanto como José María Aznar a quien no perdona la participación de España en la guerra de Irak o José María Blanco, según él un hombre orgulloso y rencoroso que incumplió los acuerdos que llevarían el AVE a Cantabria.

De estas historias me queda la impresión, y seguro que ésa no era la intención de Revilla al escribirlas, de que las grandes decisiones, las que  nos afectan a todos, se toman en comidas excesivas en función de amistades o intereses ajenos al bien común.

En esta parte comete Revilla algunos errores entre los que destaco dos:
- "Como demócrata, no podría aceptar a un Jefe de Estado, si fuera nefasto, por simple derecho de pernada" El derecho de pernada era aquel que otorgaba a los señores feudales la potestad de mantener relaciones sexuales con cualquier doncella, sierva de su feudo, que se casara con otro de sus siervos.
- "Yo aplaudo y venero a un rey si lo hace bien, y si no fuera así pediría su dimisión". Un rey no dimite, un rey abdica.

En la segunda parte, que me pareció mucho más interesante (pero puede ser deformación profesional ya que yo también soy economista), deja de lado sus anécdotas personales y hace un análisis de la situación económica y política de España. Analiza las causas que nos llevaron a la crisis económica que estamos padeciendo y del descrédito de las clases política y judicial españolas y, en ambos casos, propone una serie de medidas que personalmente comparto pero que, mucho me temo, no se tomarán.
En el ámbito económico Revilla es partidario, entre otras medidas tan cabales como ésta, de seguir una política económica keynesiana para salir de la crisis, es decir, reforzar la inversión pública para compensar la caída de la inversión privada, o lo que es lo mismo, lo contrario de lo que se está haciendo.
Ante el descrédito de políticos y jueces propone un mayor control sobre la corrupción y unos representantes más preparados así como llevar a cabo de una vez por todas la reforma judicial como claves para eliminar de la sociedad esa imagen de políticos corruptos y de que la justicia no es igual  para todos.

Por último se recogen varias fotografías de su vida privada y otras en las que aparece junto a alguno de los personajes mencionados en el libro.

Resumiendo, es un libro con dos partes diferenciadas. Para mí es mucho más interesante la segunda, con un certero análisis de la situación española actual, ya que encuentro la primera como una sucesión de anécdotas, muchas de ellas ya conocidas, y en las que se vislumbra algún que otro desquite personal y algún que otro peloteo.


Ficha técnica:

Editorial Espasa
Fecha de publicación: 03/04/2012
256 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-670-0668-1
Precio: Rústica con solapas: 19,90 €; electrónico: 6,99 €



xxxxx Buena lectura

8 comentarios:

  1. De todos los politicos o expoliticos este me cae bien porque siempre a dicho lo que pensaba aunque se metieran con el como en el caso de las anchoas. Un beso.

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  2. De siempre me ha gustado este hombre cuando he tenido ocasión de escuchar algunas de sus declaraciones. Me ha parecido algo muy curioso siendo político: normal.
    Un saludo.

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  3. Antes que nada debo decir que no he leído el libro, no me interesa mucho. Supongo que haberle aguantado durante 8 años como presidente de mi comunidad es suficiente. Aparte de todos aquellos años en que fue socio de PP y luego más tarde del PSOE.
    No sé, pero si lo hubiera hecho bien o hubiera aplicado algunas de las recetas que tanto comenta hoy en día (no estoy segura que Keynes sea la solución), los cántabros podíamos estar en una mejor situación de la que estamos, pero claro supongo que es más fácil resolverlo en un plató que en un parlamento.

    saludos

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    1. tu eres de los que vota al PP aunque pongan una vaca... lo veo

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    2. Las políticas autonómicas están supeditadas a la nacional pero sobretodo a la ley.
      Ya se ve que le has visto en la tele pero no en el parlamento.

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  4. No es el tipo de libro que me guste, pero su autor es de los pocos políticos que, por lo menos habla sin tapujos. 1beso!

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  5. No es un tipo de libro que me guste, así que esta vez no creo que caiga.
    Besotes!!!

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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